El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina advirtió que “los obstáculos” que Bolivia enfrenta en torno a la industrialización soberana de litio, son “principalmente de índole política”, y que están involucrados “intereses económicos foráneos”.
– “Pareciera que algunos sectores que no quedaron elegidos para participar de la industrialización del litio boliviano no están nada contentos y tratan de empañar el proceso que fue totalmente transparente”, sostuvo.
– Las declaraciones del ministro se refieren a dos hechos puntuales notoriamente interrelacionados: las movilizaciones anunciadas por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) que demanda la aprobación de una ley del litio que presentó a la ALP, y las nuevas declaraciones injerencistas de una alta autoridad estadounidense.
– Más allá del hecho concreto de la selección de un consorcio chino para trabajar en dos plantas de extracción directa de litio (EDL), al parecer estos gobiernos o sectores empoderados, observan el fondo de la política soberana y de control que tiene el Estado sobre la cadena del litio: exploración, explotación, industrialización y comercialización.
– “Bolivia ha decidido una hoja de ruta con total independencia; no tenemos ni admitimos ninguna injerencia de ningún Estado del mundo”, enfatizó la autoridad.
