Un hombre furibundo porque las ovejas de su vecino se comieron sus sembradíos de quinua, tomó venganza por mano propia. Con un cuchillo, fue quitándole la vida una a una a las ovejas dentro su corral.
El hecho se registró en una localidad de Tusqui, Coroma en Potosí. Fue presenciado por los hijos del dueño de las ovejas, unos niños a quienes el hombre regañaba y les decía que cuente cuántas están muertas mientras ellos solo lloraban por el cruel acto.
Al final, el comunario enfurecido se llevó las 14 ovejas en su camioneta y les dijo a los niños que ya le había advertido a su papá y que las ovejas seguían comiendo de sus sembradíos.